Tarimas tropicales

Instalamos tarimas tropicales

Dentro del grupo de las tarimas tropicales son de destacar la tarima de IPE, Cumarü e Iroko como las más habituales en este tipo de instalaciones. La más usada es la tarima de IPE y es recomendada para instalaciones en piscinas y espacios que aporten elegancia.

OFERTAS DE TARIMAS TROPICALES

Tarima IPE

Tarima IPE

Nuestra tarima de IPE es una tarima con muy alta resistencia y durabilidad.  Esta tarima que va más allá de un pavimento para exteriores, es una experiencia única que sólo aporta ventajas.

Desde 55 EUR/M2

Ventajas:

  • La tarima tropical tiene gran resistencia natural a insectos y hongos. Estos representan una de los principales razones por los que la madera con el tiempo se deteriora de manera natural.
  • No se pudre fácilmente, de hecho habría que abandonar la instalación durante largos años para empezar a ver este tipo de señales.
  • A diferencia de las tarimas sintéticas, bajo el intenso sol del verano, no se calienta en exceso.
  • Su densidad y resistencia natural la hacen ideal para zonas de alto tráfico de personas, es decir, tiene mucha resistencia al desgaste.
  • No se araña y no produce astillas fácilmente. Esto no quiere decir que si recibe golpes no se arañe o se astille, si no que lo soporta mejor que otras maderas.
  • Madera muy estable dimensionalmente. Es decir, con el tiempo no se deforma.
  • En caso de deterioro o rotura, pocos materiales son más fáciles de sustituir o reparar.

Desventajas:

  • El precio de la madera de ipe es comparativamente más alto que el de otras alternativas para usos similares. La diferencia es especialmente llamativa por ejemplo si la compramos con el pino tratado en autoclave, aunque desde luego no estamos ante la misma calidad.
  • Al ser una madera muy densa y pesada, trabajar con ella no es sencillo y el desgaste en la maquinaria es elevado, lo que encarece aún más la instalación.
  • En función del acabado aplicado y teniendo en cuenta la tonalidad de la madera los arañazos que se produzcan y que normalmente pasarían desapercibidos pueden resultar muy visibles. Este no es un problema en si de la tarima de ipe, sino de una mala de decisión respecto al acabado, aunque en este caso el problema se acentua.
  • En cuanto al mantenimiento, el suelo de ipe no requiere de un cuidado excesivo, bastara con una limpieza anual y la aplicación de algún aceite protector para que no pierda su color natural. De hecho, dada la alta densidad de este tipo de madera, no debemos ni preocuparnos por las termitas, siempre y cuando no abandonemos la instalación durante años.
  • Toda la madera de ipe para suelos debe está certificada, es decir, que procede de explotaciones responsables, y que ha pasado por el proceso de secado correspondiente, lo que le evitará posibles complicaciones tras la instalación en terrazas, jardines o piscinas. Son frecuentes las deformaciones, incluso tras la instalación, cuando la madera de Ipe no está correctamente secada.